En medio de la temática vinculada al nuevo quehacer del docente en la denominada sociedad del conocimiento, se hace imprescindible el debate acerca de la nueva aula escolar y la configuración de los nuevos escenarios educativos; que no sólo deben estar repletos de actitud y aptitudes docentes, sino también por motivación estudiantil propiciada desde el hogar y fortalecida en el aula, como también tecnología innovadora, con eficiencia para dibujar la realidad en todas sus dimensiones y diversificada.
La educación de hoy ya resulta tediosa para el educando, ya que su actitud se hace contrastar con la existencia de nuevas tecnologías de la comunicación que no son empleadas a gran escala por las instituciones educativas, las cuales son las mayormente responsables de la formación de los jóvenes. Se requiere un entorno que provea los conocimientos y genere nuevos mediados por la nuevas herramientas. Siendo una innovación el producto de una investigación sistemática en algún campo del conocimiento, su instrumentación e implantación institucional tiene como propósito final el cambio organizacional. Pero, en el mismo sentido de la diversidad contextual de la cultura, no es recomendable que las innovaciones se generalicen; más bien, es más importante generalizar el desarrollo de las capacidades de innovación en los profesores, profesionalizándolos para que adquieran herramientas conceptuales y metodológicas para generar innovaciones..